lunes, 6 de febrero de 2012

Jota Journal - Reirse de Siberia

Sábado, 4 de Febrero de 2012

6:45 – Suena el run, run. Parece aquella película del día de la marmota. Llevo tres semanas sin faltar a la cita con el despertador: de Lunes a Viernes a ganarme el pan, los Sábados y Domingos a rodar como un loco.

6:53 – Antes de desayunar me disfrazo de cebolla y observo el panorama por la ventana: toca dar un paseo por Madrid con -4ºC y mucho viento. La gata me mira como diciendo “¡Ande vas, alma de cántaro!”

8:00 – Salgo puntual a mi cita. El conserje mi mira de arriba abajo, como si saliera de Marte. Los Jotas se han rajado… todos, esto ya no es lo que era.  Nada más salir, en el primer repecho, siento un pinchazo en el cuádriceps. Debe ser el efecto de la sangre al convertirse en cubitos.

Buscando cobijo, voy enlazando las callejuelas más estrechas y sinuosas de Ciudad Lineal, Moratalaz, Vallecas hasta que en pleno parque forestal de Entrevías me encuentro una patrulla que me hace pensar que no voy por buen camino. Así era, iba derechito a un poblado de chabolas o algo parecido.

9:00 – Camino de Legazpi me adelanta uno a todo trapo, y en vez de continuar por Madrid Rio decido seguirle y darle caza en la subida de Delicias: plato grande hasta que peta llegando a Atocha.

Regreso a casa por el paseo del Prado y Castellana. Dueño y señor de las calles hasta que en María de Molina un taxista quiso jugar conmigo a los bolos, igualito que Jorge con JAntonio: casi me como una farola. Chule, supongo que a esas horas aún no habrías salido ¿verdad?

10:00 – Llego a casa no sin antes pasar por el chino a por ensaimadas y palmeras de chocolate. Vaya careto se le puso al chino al verme entrar: “Flio, flio,… brrr”  


Domingo, 5 de Febrero de 2012

6:45 – Suena el run, run, otra vez... despierta marmotilla, que te espera el Centella. La gata me mira como diciendo “¡Otra vez!... tu estás muy mal

8:00 – Cargo la bici en el coche y salgo con tiempo para ejercer de mecánico. Lo normal es hacerlo en el trastero o en el garaje. Pues no, me gusta hacerlo al aire libre, a -3ºC: si es que soy un morboso.

9:00 – Me llama Álvaro, uno nuevo, que al final no puede venir (de la que te has librado). Así que salimos sin más dilación, desde la tapia y cuesta abajo “para entrar en calor”. Nos pegamos a la alambrada hasta Mingorrubio intentando, sin éxito, no bajarnos de la bici: Agus se bajaba maldiciendo las subidas “que por aquí no es” y yo en las bajadas. Ya conocéis mi afición por besar el suelo haya donde voy.

Parada en el río, literalmente helado, donde nos faltó practicar patinaje artístico, como hacía la nutria que podéis ver en el vídeo. Nos faltó tiempo para romper el hielo a pedradas. Después tocaba subir, maldecir, y seguir subiendo. Investigando nuevos senderos encontramos un cortao imposible que habrá que repetir pero en dirección contraria, de bajada.

12:30 – Para terminar unas cervecitas con tarta de almendra: … lo normal en estos casos

FOTOS y VIDEOS en

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